PROGRESO MÉDICO ▪ Volumen 275 114200 ▪ Diciembre de 2024
The Journal of Pediatrics. Publicado online: 08 noviembre 2024
Evaluación integrada mediante ecografía pulmonar y ecocardiografía neonatal dirigida en bebés nacidos prematuramente
Marilena Savoia, Eva Busolini, Daniel Ibarra Ríos, Brady Thomas, J. Lauren Ruoss, Patrick J. McNamaraThe Journal of Pediatrics. Publicado online: 08 noviembre 2024
RESUMEN
El uso de la ecografía pulmonar (UL) y la ecocardiografía neonatal
dirigida (TNE), realizadas por neonatólogos capacitados como parte de la
atención clínica de rutina, se ha convertido en un estándar en algunas unidades
de cuidados intensivos neonatales durante la última década, aunque su uso
sinérgico es poco común.1,2 La monitorización cardiopulmonar es un
componente integral de los cuidados intensivos neonatales; sin embargo, la
interacción dinámica corazón-pulmón ha sido objeto de poca investigación científica.
La importancia de la precisión diagnóstica y la individualización de la
atención debido a la naturaleza dinámica de la fisiología cardiopulmonar otorga
credibilidad adicional a la importancia de la evaluación hemodinámica pulmonar
concurrente. Las pautas para el uso de TNE por neonatólogos fueron publicadas
por primera vez por la Sociedad Estadounidense de Ecocardiografía en 20113
y actualizadas recientemente.4 Durante la última década, otras
sociedades han publicado pautas similares para proporcionar gobernanza y
contexto específico para las regiones locales.5 La consulta
hemodinámica implica realizar una evaluación TNE integral, utilizando
protocolos de imágenes estandarizados, para generar datos fisiológicos que se
integran dentro del contexto clínico para llegar a un diagnóstico y
proporcionar recomendaciones de manejo. Las consultas hemodinámicas se realizan
típicamente en pacientes con bajo riesgo de cardiopatía congénita para evaluar
la función cardíaca, la hemodinámica sistémica y pulmonar y el impacto de los
shunts transicionales. Publicaciones recientes han demostrado el impacto
positivo de la atención guiada por TNE en el contexto de la hipertensión
pulmonar (HP), la inestabilidad hemodinámica y el cierre del conducto arterioso
persistente (CAP).6 Giesinger et al demostraron una reducción en la
hemorragia intraventricular grave, la enterocolitis necrotizante y la displasia
broncopulmonar grave (DBP), cuando los bebés extremadamente prematuros nacidos
con menos de 27 semanas de edad gestacional se sometieron a TNE de detección
entre 12 y 18 horas después del nacimiento.7