martes, 22 de diciembre de 2015

MÁS EVIDENCIA DEL CONTACTO PIEL A PIEL
El contacto piel a piel podría reducir el riesgo de mortalidad de los bebés prematuros.
El hecho de tocar a la madre de forma prolongada en la unidad de cuidados intensivos también reduce las probabilidades de infecciones sanguíneas


Los recién nacidos muy pequeños que tienen un contacto prolongado piel a piel con su madre cuando están en el hospital podrían tener unas mejores probabilidades de supervivencia, según una nueva revisión.

Los expertos dijeron que el análisis de 124 estudios de todo el mundo confirma el valor del "cuidado canguro" para los recién nacidos prematuros.

El concepto se remonta a los años 70, cuando un médico en Colombia empezó a defender la práctica como alternativa a las incubadoras, que no están fácilmente disponibles en algunas partes del mundo. En lugar de eso, las madres sostienen a su recién nacido en el pecho, de manera que la piel de ambos entre en contacto, con una manta sobre el bebé.

La investigación realizada desde entonces ha mostrado que el cuidado canguro no solamente regula la temperatura corporal de los recién nacidos, sino que también mejora otros signos vitales (como la frecuencia cardiaca y la respiración) y favorece la lactancia materna.

La nueva revisión, publicada el 22 de diciembre en línea en la revista Pediatrics, confirmó que para los recién nacidos prematuros, el cuidado canguro también puede reducir el riesgo de sepsis (una grave infección de la sangre) y aumentar las probabilidades de supervivencia de los bebés.

En los estudios, los recién nacidos a los que se dio el cuidado canguro, junto con la atención médica estándar, tuvieron una tasa de mortalidad un 36 por ciento más baja que aquellos a los que se proporcionó solo la atención estándar. También tenían la mitad del riesgo de contraer sepsis, un riesgo un 78 por ciento más bajo de hipotermia y un riesgo un 88 por ciento más bajo de un nivel peligrosamente bajo de azúcar en sangre.

Hay algunas advertencias que mencionar, según los investigadores: Los estudios se realizaron en varios países, lo que significa que la definición de atención médica "estándar" varió.

Y la mayoría de los estudios que examinaron los fallecimientos y las infecciones graves se realizaron en países con unos ingresos bajos o medianos, donde esas complicaciones son mucho más habituales que en Estados Unidos y otros países ricos, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Grace Chan.

Pero el cuidado canguro todavía puede tener un impacto cuando se usa junto con una atención médica avanzada, según Chan, de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard y el Hospital Pediátrico de Boston.

"Los mecanismos que se cree que funcionan en el cuidado canguro (por ejemplo, la estabilización de la temperatura y otras señales vitales, y el aumento de la lactancia materna) probablemente sean los mismos en los distintos lugares", dijo Chan. "Y eso también podría llevar a mejoras en los resultados de los bebés en las unidades de cuidados intensivos neonatales de EE. UU.".

La Dra. Siobhan Dolan, asesora médica de March of Dimes, se mostró de acuerdo.

"A veces las personas piensan que la atención médica tiene que ser de tecnología punta, pero estos datos sugieren que algo tan sencillo realmente puede ser eficaz", dijo Dolan, que también es profesora de obstetricia y ginecología clínicas en el Centro Médico y el Colegio de Medicina Albert Einstein, de la ciudad de Nueva York.

En parte, dijo Dolan, el cuidado canguro ayuda al mejorar la regulación de la temperatura corporal de los bebés prematuros, y al estabilizar su corazón y su frecuencia cardiaca. "Pero quizá no sepamos todas las vías que están funcionando desde el punto de vista médico", añadió.

En muchos hospitales de EE. UU., los recién nacidos a término completo tienen un contacto piel a piel con la madre, ya desde el momento en que nacen, comentó Chan.

"Pero todavía no es la práctica rutinaria para todos los proveedores de atención sanitaria", añadió.

De forma similar, las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de algunos hospitales usan el cuidado canguro para los bebés prematuros, pero otras no.

Según las evidencias científicas, dijo Chan, "sin duda merecería la pena extender esta práctica aquí".

Chan indicó que existen algunas dificultades para implementar el cuidado canguro en todas la UCIN. Señaló que se debe educar al personal y a los padres sobre los beneficios que tiene y sobre cómo implementarlo, sobre todo porque algunos podrían tener dudas de hacerlo con los recién nacidos que estén más enfermos.

Dolan dijo que las evidencias extraídas a partir de las investigaciones deberían ser útiles. "No es simplemente una práctica de sentido común", afirmó. "Hay datos científicos que la respaldan".

martes, 1 de diciembre de 2015

¿Cuáles son los principales factores predictivos de mal desarrollo neurológico, en niños muy prematuros o con escaso peso de nacimiento?
FACTORES PRONÓSTICOS DE MAL DESARROLLO COGNITIVO EN NIÑOS EXTREMADAMENTE PREMATUROS O NACIDOS CON MUY BAJO PESO. UNA REVISIÓN SISTEMÁTICA.

Artículo original:
Prognostic factors for poor cognitive development in children born very preterm or with very low birth weight. A systematic review.
Linsell L, Malouf R, Morris J, Kurinczuk JJ, Marlow N.
JAMA Pediatr. 2015; 169(12): 1162-72.

INTRODUCCIÓN
Este artículo es el primero de una serie destinada a desarrollar un análisis amplio de todos los factores de Riesgo de mal desarrollo de la capacidad neurológica-cognitiva que afrontan los niños muy prematuros o nacidos con muy bajo peso. Sobre la base de la amplia Revisión sistemática realizada, los responsables de ella dedican este prim er trabajo a definir los factores predictivos más confiables de insuficiencia cognitiva, considerando tanto el coeficiente intelectual general de los niños como su solvencia en el uso del lenguaje, los resultados obtenidos en el ámbito escolar y el nivel de desarrollo de la llamada «función ejecutiva» (capacidad para llevar a cabo tareas de planificación y realización).

FUENTES DE INFORMACIÓN
Mediante búsqueda en las bases de datos MEDLINE, EMBASE y PsycINFO se identificaron estudios publicados entre enero de 1990 y junio de 2014. También fueron examinadas las listas de referencias bibliográficas incluidas en los artículos identificados.

SELECCIÓN DE ESTUDIOS
Se decidió seleccionar estudios que se ocuparan de niños nacidos a partir del 1º de enero de 1990 con 32 semanas o menos de gestación (prematurez) o con 1250 g o menos (muy bajo peso). Para ser incluidos, los trabajos debían desarrollar modelos predictivos multivariante de desarrollo neurológico-cognitivo.

EXTRACCIÓN DE DATOS
Dos investigadores, actuando por separado, extrajeron los datos demográficos y clínicos pertinentes. No se midió evolución clínica, ya que el propósito esencial era determinar la existencia de factores predictivos confiables de mal desarrollo neurocognitivo.

PRINCIPALES RESULTADOS
Sobre más de 40.000 estudios identificados, las sucesivas selecciones concluyeron con la incorporación de 31 ensayos que presentaban 98 modelos diferentes de factores de Riesgo. Había 27 estudios prospectivos de cohortes, 3 ensayos aleatorizados de comparación a la par y un estudio transversal. Nueve trabajos provenían de Estados Unidos, cuatro de Gran Bretaña, cuatro de los Países Bajos y 3 de Alemania. Los once estudios restantes habían sido desarrollados en Australia, Finlandia, Francia, Italia, Austria, Dinamarca, Noruega y Estonia. A continuación se indican los hallazgos más importantes.

-- Se han identificado como factores predictivos de la aparición de alteraciones del desarrollo neurocognitivo en general en niños de hasta 5 años de edad la pertenencia al sexo masculino, el origen étnico no blanco, el tener progenitores con bajos niveles de instrucción y el haber nacido con bajo peso. De todos esos aspectos, el único que sigue siendo importante más allá de los 5 años es el grado de educación formal alcanzado por los padres.
-- Respecto del mal desarrollo del lenguaje, la pertenencia al sexo masculino constituye un claro Factor de riesgo en los niños pequeños, pero no en los mayores de 5 años.
-- La edad gestacional en el momento de nacer es un factor escasamente predictivo de alteraciones. Puede que ello se deba a un escaso potencial de identificación de los casos con los que se trabajó (motivado a su vez en la necesidad de restringir este aspecto de la información a los casos de prematurez).
-- No se ha podido determinar el real valor pronóstico de las lesiones cerebrales neonatales. Las estrategias utilizadas en estos casos por los distintos estudios que se ocupan del tema son heterogéneas, lo cual no permite obtener información confiable.

CONCLUSIÓN
Surgen varias conclusiones. A) En niños extremadamente prematuros o con muy bajo peso de nacimiento, los principales factores predictivos de mal desarrollo neurocognitivo hasta los 5 años son el sexo masculino, la etnia no blanca y el bajo nivel de instrucción de los padres. El bajo peso de nacimiento incide a la vez, en los casos de prematurez, como un factor predictivo más. B) Después de los 5 años de edad, el único de los factores citados que sigue siendo predictivo es el escaso nivel de instrucción de los padres. C) Para la predicción de mal desarrollo del lenguaje es de importancia la pertenencia al sexo masculino, pero solo hasta los cinco años. D) No ha podido esclarecerse el papel predictivo de la edad gestacional en el momento de nacer ni el de las lesiones cerebrales neonatales, en este último caso por la considerable Heterogeneidad observada entre las distintas estrategias de asistencia de los niños.

lunes, 22 de junio de 2015

El estrés materno altera el intestino y el cerebro de los bebés a través del microbioma vaginal
Alterations in the Vaginal Microbiome by Maternal Stress Are Associated With Metabolic Reprogramming of the Offspring Gut and Brain
Eldin Jasarevic, Christopher L. Howerton, Christopher D. Howard,and Tracy L. Bale
Endocrinology 156: 0000 – 0000, 2015
El intestino del recién nacido está inicialmente poblado por el microbioma vaginal materno
Los cambios en el microbioma vaginal están asociados con efectos sobre la microbiota intestinal de los bebés y en el cerebro en desarrollo, según un nuevo estudio publicado en 'Endocrinology'. Esta investigación revela que el estrés materno altera tanto la microbioma vaginal de la madre como la del intestino de su bebé e, incluso, el cerebro.
El neonato se expone a la microbiota vaginal maternal durante el parto, siendo la principal fuente para una colonización intestinal normal, la maduración inmune del huésped y el metabolismo. Estas primeras interacciones entre el huésped y la microbiota se producen durante una ventana crítica del desarrollo neurológico, lo que señala la vida temprana como un periodo importante de diafonía entre el intestino y el cerebro en desarrollo.
"El estrés de la madre durante el embarazo puede afectar al desarrollo de su descendencia, incluyendo el cerebro, a través de cambios en el microbioma vaginal que se transmiten durante el parto vaginal," advierte uno de los autores del estudio, Tracy Bale, de la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos.
"Como el intestino del recién nacido está inicialmente poblado por el microbioma vaginal materno, los cambios producidos por el estrés materno pueden alterar esta población inicial de microbios, así como determinar muchos aspectos del sistema inmune del huésped que también se establecen durante este primer periodo", añade.
En este estudio, los investigadores utilizaron un modelo animal establecido de estrés materno temprano, que incluía intervalos de exposición al olor de un depredador, la limitación y ruidos nuevos como los factores de estrés. Dos días después del nacimiento, se recogió tejido de las madres y del intestino distal de las crías para analizar, además de que se examinaron los cerebros de las crías para medir el transporte de aminoácidos.
Los investigadores encontraron que el estrés durante el embarazo se asocia con alteración de la composición de la microbiota vaginal materna e intestinal de la descendencia. Estos resultados demuestran el importante vínculo entre el microbioma vaginal materno a la hora de poblar el intestino de su descendencia al nacer y el profundo efecto de experimentar estrés materno en esta población microbiana y en el intestino temprano y el desarrollo del cerebro, sobre todo en la descendencia masculina.
"Estos estudios tienen un enorme potencial de traducción, ya que muchos países ya están administrando la aplicación oral de lavados vaginales para los bebés nacidos mediante cesárea con el fin de asegurar la exposición microbiana apropiada --dice Bale--. Conocer cómo las experiencias maternas como el estrés durante el embarazo pueden alterar el microbioma vaginal es crítico en la determinación de las poblaciones en riesgo".

viernes, 15 de mayo de 2015

Influencia de la preeclampsia y la obesidad gestacional en los niveles maternos y neonatales de vitamina D
Homero Rabelo Pena, Marilia de Carvalho Lima, Katia Galleon Brandt, Margarita María Castro Antunes y Giselia Alves da Silva Pontes.
BMC Pregnancy and Childbirth (2015) 15:112.

RESUMEN
Antecedentes. En los últimos años, una alta prevalencia de deficiencia de vitamina D entre las mujeres embarazadas y los recién nacidos se ha observado a lo largo de varias regiones del mundo, especialmente en la presencia de preeclampsia (PE) u obesidad (OB). 
El objetivo de este estudio fue investigar si las mujeres embarazadas con preeclampsia no obesas y obesas y sus recién nacidos tienen una baja de 25(OH)D en comparación con las mujeres embarazadas no preeclámpticas no obesas y obesas; y para verificar si el nivel materno de esta vitamina se correlaciona con el nivel de los recién nacidos.
Métodos. Se trata de un estudio transversal realizado con 179 mujeres embarazadas reclutadas inmediatamente antes del parto, divididos en cuatro grupos: PE+/OB-; PE+/OB+; PE-/OB+; y PE-/OB-, con la edad gestacional ≥34 semanas. Sangre periférica materna y sangre del cordón umbilical de los recién nacidos se recogieron y se midió 25(OH)D por quimioluminiscencia (LIAISON®).
Resultados. Los bebés nacidos de madres con preeclampsia tuvieron una mediana de 25(OH)D menor que los nacidos de madres no preeclámpticas (p < 0,01). Mujeres embarazadas obesas y sus recién nacidos tuvieron mayores frecuencias de deficiencia 25(OH)D, pero la diferencia con respecto a las mujeres embarazadas no obesas y sus recién nacidos no fue significativa. El estado de la vitamina D de las mujeres obesas con preeclampsia no fue peor que la de sus contrapartes no obesas. Los niveles maternos y de sus recién nacidos de 25(OH)D se correlacionaron significativamente (p = 0,01). La obesidad debilitó esta correlación.
Conclusiones. Mujeres preeclámpticas y sus recién nacidos presentaron frecuencias más altas de deficiencia de 25(OH)D, pero los niveles de 25(OH)D no fueron influenciados significativamente por la obesidad. Mujeres embarazadas obesas transfieren menos 25(OH)D a sus fetos.

martes, 10 de febrero de 2015

Los niveles bajos de vitamina D están asociados con un mayor riesgo de la aparición de sepsis neonatal de inicio temprano en recién nacidos a término
M Cetinkaya, F Cekmez, G Buyukkale, T Erener-Ercan, F Demir, T Tunc, FN Aydın, G Aydemir
J Perinatol. 2015;35(1):39-45.  

Resumen

Objetivo: Evaluar el efecto de los niveles de vitamina D en la sepsis de inicio temprano (EOS) en recién nacidos a término.

Diseño del estudio: Se inscribieron cincuenta recién nacidos a término con hallazgos clínicos y de laboratorio de EOS (grupo de estudio) y 50 niños sanos sin signos de infección clínica / laboratorio (grupo de control). Se extrajo sangre en el momento del ingreso durante los primeros 3 días de vida de ambos grupos para la medir los niveles de 25-hidroxivitamina D (25-OHD) .

Resultados: niveles de 25-OHD maternos y neonatales  (22,2 / 8,6 ng ml-1, respectivamente) en el grupo de estudio fueron significativamente más bajos que los del grupo de control (36,2 / 19 ng ml-1, respectivamente, P < 0,001). Una correlación positiva se detectó entre los niveles de 25-OHD maternas y neonatales.
La deficiencia de vitamina D severa fue significativamente más frecuente en el grupo de sepsis.

Conclusión: niveles maternos y neonatales bajos de 25-OHD se asocian con EOS. Estos datos sugieren que la suplementación de vitamina D adecuada durante el embarazo puede ser útil para prevenir la EOS en recién nacidos a término.